El Día D

Instrucciones en el Día D
El día más largo, la madre de todas las batallas, el desembarco de Normandía tiene dos bandas sonoras: una la de los cañonazos que tuvieron lugar sobre la costa de la Península de Normandía desde los acorazados aliados y otra la de los sonidos de la 5ª sinfonía de Beethoven, que anunciaban la libertad para Europa.
Hoy se cumplen 72 años a aquella operación Overlord, que diseñada por los aliados y dirigida por el General Eisenhower, movilizó sólo esa mañana del 6 de junio de 1944 cerca de 150.000 soldados.
Muchos ríos de tinta han explicado el desarrollo de la batalla por entrar en la fortaleza creada por el ejército alemán; muchas películas se han rodado con el motivo del desembarco, pero no debemos olvidar nunca que tras esas ficciones o esas letras hubo miles de
jovenes soldados que creían en el ideal de la libertad y pusieron lo más sagrado (sus vidas) a disposición de los gobiernos democráticos para acabar con la lacra del totalitarismo y el fascismo.
Una gran batalla no debe apartarnos de las pequeñas batallas que libramos nosotros cada día. Si pensamos que la vida nos la hicieron fácil aquellos verdaderos héroes anónimos, entonces les estaremos haciendo un flaco favor a todos y cada uno de sus esfuerzos.
La democracia es un medio y un fin en sí misma y como tal debemos librar la batalla diaria por conseguir que los que nos sucedan entiendan esto: la vida no es fácil y hay muchos peligros, pero unidos en concordia seremos capaces de conseguir un mejor bienestar en nuetro modo de vida.
Eso implica que en momentos de bonanza, no podermos ser egoístas corrompiendo un buen sistema democrático y abusando de él, ya que esto es lo que da lugar a momentos de crisis material y espiritual como el que estamos atravesando.
Convirtámonos en heroes anónimos de trabajo cotidiano, buen ánimo y mejor concordia.

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